Hay muchos componentes de un vehículo que conocemos, gestionamos y controlamos, con el fin de garantizar nuestra seguridad al volante y la del resto de conductores.
Pero hay otros casos, que además vienen acompañados de términos complejos que no hacen más fácil su identificación precisamente. Es el caso del catadióptrico que, pese a lo extraño del término para muchos conductores, lo cierto es que está presente (o debería estarlo) en todos los vehículos en circulación.
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El catadióptrico está definido oficialmente por el Reglamento General del Vehículo:
“Dispositivo utilizado para indicar la presencia de un vehículo mediante la reflexión de la luz procedente de una fuente luminosa independiente de dicho vehículo, hallándose el observador cerca de la fuente.”
En la práctica, el catadióptrico es un elemento de señalización y sirve para que el resto de vehículos identifique nuestra presencia cuando nos ilumina con sus luces.
Sí, definitivamente. Y no solo uno, sino que según el tipo de vehículo (en este caso un coche), hay que cumplir la normativa en relación tanto al color, como a la posición y a la cantidad de catadióptricos que hay que llevar.
La obligatoriedad de llevar catadióptricos no es exclusiva de los coches. De hecho, afecta a cualquier tipo de transporte.
El listado completo de vehículos que deben llevar catadióptrico de forma obligatoria es el siguiente:
En concreto, en los coches hay que llevar 2 catadióptricos obligatorios. Son los que se sitúan en la parte de detrás del vehículo, justo en los bordes. Deben ser de color rojo y de una forma no triangular. Ahora bien, es posible complementar estos catadióptricos con otros que pueden ser opcionales.
En la parte delantera también es posible llevar dos catadióptricos no triangulares. Deben ser de color blanco y en realidad son opcionales, si el espejo de los faros puede sustituir perfectamente su función.
Por último están los catadióptricos laterales no triangulares. Son opcionales para vehículos de hasta 6 metros de longitud. Si el coche tiene unas dimensiones mayores, entonces son obligatorios.
Además, puedes colocar como mínimo 2, pero es posible ampliar esta cantidad en función de la longitud que tenga ese vehículo. De igual manera, en la mayoría de los casos son amarillos, pero también pueden ser en ocasiones rojos, por ejemplo si están agrupados, combinados o incorporados con el dispositivo trasero.
Llevar catadióptrico es obligatorio según la ley de tráfico vigente. No llevarlo, por tanto, no solo incurre en sanción, sino que además es considerada muy grave. Por ese motivo, es posible que nos suponga una multa económica de hasta 200 euros.
Además, también es una falta grave en la Inspección Técnica de Vehículos. Si, por ejemplo, intentamos pasar la ITV sin llevarlo, nos saldrá desfavorable y tendremos que asegurarnos que lo instalamos para la próxima cita.
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