El filtro de partículas es un elemento del coche indispensable que, a su vez, requiere de ciertos hábitos para su correcto funcionamiento. Te contamos las diferentes opciones de limpieza y reparación del filtro de partículas.
Aunque muchos conductores conozcan la importancia del filtro de partículas, existen otros muchos que apenas saben de su existencia. También conocido como FAP, el filtro de partículas es un dispositivo instalado en el tubo de escape el cual se encarga de retener todas las partículas sólidas producidas por los motores diésel para, después, eliminarlas a través de un proceso conocido como regeneración.
Sin embargo, el estilo de conducción se ha convertido en un factor determinante a la hora de alargar la vida de un filtro que necesita de diferentes hábitos para aguantar más y evitar una consecuente reparación.
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Mantenimiento y limpieza de un filtro antipartículas
El mantenimiento del filtro antipartículas depende, en gran parte, del uso que le demos al coche ya que la “regeneración activa” que permite la eliminación del hollín y partículas depende de una temperatura mínima en el tubo de escape que no siempre se alcanza en trayectos cortos o de carácter urbano.
Estos consejos te serán de gran ayuda a fin de posponer la limpieza (y una casi segura revisión) del filtro antipartículas:
- Realiza trayectos largos: Durante los trayectos cortos o de carácter urbano el tubo de escape no alcanza la temperatura necesaria para llevar a cabo el proceso de regeneración. Paradójicamente esta es la situación en la que el tubo retiene una mayor acumulación de partículas. Al ser necesario un ciclo de regeneración cada 1.000 km recomendamos realizar trayectos largos de vez en cuando (a más de 60 km/h en quinta o cuarta marcha). Si además puedes tomar una carretera o autopista, mucho mejor.
- Vigila el aceite: Usar el aceite recomendado por el fabricante siempre es la opción más válida, si bien en el caso del filtro antipartículas se suele emplear un aceite especial bajo en cenizas el cual puede ser algo más caro pero asegura mejores resultados. Este tipo de lubricante ayuda a soportar el flujo de partículas cuando el tubo de escape no cuenta con la temperatura suficiente y, por ende, posterga el problema de la obstrucción.
- Limpiar el filtro: Si no has podido evitar la obstrucción del filtro antipartículas la solución es limpiarlo. Sin embargo, esta opción llega acompañada en muchas ocasiones de la opción de reparación… o sustitución por uno nuevo.
¿Es posible reparar un filtro antipartículas?
Limpiar el filtro de partículas suele implicar reparación y, por tanto, una revisión en tu taller más cercano. Una vez allí, existen diferentes opciones.
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La primera de ellas es la llamada “limpieza ultrasónica”: un proceso que consiste en una reparación del filtro a través de los llamados ultrasonidos, los cuales desintegran las partículas adheridas a las paredes. El problema de esta opción es que el filtro nunca volverá a su estado original y el problema puede volver a reproducirse en sucesivas ocasiones a corto plazo.
Otra opción es cambiar el filtro por uno nuevo. El precio es más elevado, pero desde el primer momento estarás apostando por un nuevo filtro que supondrá eliminar el problema de raíz.
Sea cual sea el problema de tu filtro antipartículas en los talleres JAPEMASA te asesoramos acerca de las mejores opciones adaptadas a tu presupuesto y el estado del filtro.
