Conducir con viento es muy arriesgado, ya que puede llegar a desplazar el vehículo y hacerte perder el control, aunque sea solo en cierta medida, lo justo para provocar un accidente si no adoptas las precauciones necesarias. Obviamente, el mayor consejo de todos es intentar no conducir bajo estas condiciones climatológicas, pero si no hay más remedio, puedes aprovechar los consejos que te ofrecemos a continuación.
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¿Qué precauciones debemos tener en cuenta?
Como ante cualquier condición temporal o de la carretera adversa, en primer lugar reduce la velocidad. Debes extremar las precauciones ante un viento fuerte mientras conduces y dirigir toda tu concentración hacia la carretera, ahora fijándote también en los efectos que produce el aire. Utiliza marchas cortas con un régimen alto de revoluciones, para aumentar todo lo posible el control del vehículo.
Es muy importante mantener en perfectas condiciones los neumáticos, ya que en estos casos vamos a tener que aprovechar al máximo el agarre y la adherencia que puedan ofrecernos. Por descontado, suaviza todo lo posible tu conducción. Los movimientos bruscos o los cambios repentinos de velocidad nunca son buena idea a la hora de conducir, pero con viento representan un grave peligro que debes evitar.
Mantén la distancia de seguridad que puedas con los vehículos delante y detrás. No solo te servirá para reducir la probabilidad de un accidente, sino también para conducir lo mejor posible por el centro de tu carril. De esta forma podrás aguantar mejor el empuje lateral del viento y no invadirás de forma repentina otros carriles.
Viento fuerte: Cuantos Km/h son necesarios para arrastrar a un vehículo
El viento es capaz de mover un vehículo de forma leve a una velocidad de entre 62 a 74 Km/h. Si aumenta por encima de esta velocidad, puede llegar a arrastrar vehículos. En el caso de que se dé un temporal huracanado, con rachas de viento por encima de los 118 Km/h, podría llegar a volcar y desplazar coches incluso aunque estén parados.
Ciudad y carretera: trucos y consejos para conducir con viento
El viento en la ciudad a la hora de conducir es también muy peligroso. No obstante, la presencia de edificios que frenan el aire y una velocidad mucho más reducida que en carretera, permiten tener normalmente un mayor control del vehículo. Cuando estés en una autovía o autopista, un truco que va a servirte es intentar identificar la dirección del viento. Localizando desde dónde sopla el viento puedes anticiparte a la fuerza que va a ejercer en el vehículo y no perder el control del coche.
Ten en cuenta que si no ves la dirección del viento pero notas que el coche va más ligero de lo que debería, implica que probablemente estés sufriendo su empuje desde detrás. El mayor problema lo podemos encontrar ante el viento racheado, que ejerce cambios de fuerza de forma constante. Mantener firmeza en la conducción ayudará a no perder la estabilidad.
Agarra bien el volante. El viento puede ejercer tal fuerza que necesites hacer más presión de la normal para mantener el vehículo en la trazada que deseas. Reduce los adelantamientos todo lo posible y hazlos con máxima precaución, dado que la fuerza del viento se va a notar de forma distinta tanto al cambiar de carril como cuando te encuentres al lado del otro vehículo.
Sucede algo parecido al pasar por túneles o bajo puentes. Al salir de estas zonas de protección, volverás a notar de forma brusca el viento, con una dirección y una fuerza que pueden ser distintas a las que había unos metros antes.
No olvides anticiparte a los imprevistos y presta atención a cualquier obstáculo en la carretera. El viento puede arrastrar piedras, ramas de árboles y otros objetos que pueden acabar en el asfalto.
Vehículos de remolque: recomendaciones para llevarlos de forma segura
Si conducir con viento es peligroso, el riesgo aumenta en los vehículos con remolque. En estos casos hay que tener máxima precaución ante las ráfagas de viento lateral. Con un remolque, estas ráfagas pueden desplazarlo en el famoso efecto tijera y girarlo hacia el coche o incluso volcarlo. El remolque puede hasta impactar contra otros vehículos por invasión de carril. Reducir la velocidad es la mejor forma de evitar este tipo de incidentes, así como también apoyarse en tecnología como el control de estabilidad o ESP.
Otro peligro de conducir remolque con viento es cuando intentamos adelantar a otro vehículo, sobre todo si es de mayor volumen que el nuestro, como un camión. En estos casos, al iniciar el adelantamiento, el otro vehículo nos tapará el viento lateral, pero el remolque seguirá expuesto a él, lo que puede provocar una desestabilización que afecte a nuestra dirección tanto a un lado como al otro del carril.