Al mínimo frío en la carretera, los niveles de adherencia comienzan a reducirse y nuestra precaución al volante debería ir en aumento. Si hablamos de conducción sobre nieve o incluso hielo, debemos modificar lo suficiente nuestra conducción y contar con los recursos apropiados, para no perder el control del coche.

Precauciones para una conducción segura

Ante la más mínima presencia de nieve o hielo en la vía, reduce la velocidad. Conducir rápido sobre ella es un grave riesgo, ya que la falta de adherencia nos impedirá mantener control y estabilidad en niveles óptimos. Además, en estas condiciones el tiempo de detención es mayor, por lo que debemos aumentar la distancia de seguridad y frenar de forma suave, sin maniobras bruscas. En caso de que sea posible, aprovecha las rodadas de otros coches que se han formado sobre la nieve, para contar con mayor adherencia.

Hielo y nieve, ¿debemos tratarlos igual?

Tanto si hay hielo como si hay nieve en la carretera, la conducción sobre la carretera en estas condiciones es mucho más compleja; con menor adherencia y control. Pero si bien en ambos casos tenemos que extremar nuestra precaución conduciendo, en realidad no se conduce igual sobre ambas.

Marchas para conducir más seguros

Si conducimos sobre nieve, lo ideal es reducir el cambio de marchas en todo lo posible. Prioriza mejor las largas, ya que con ellas se transmite menos fuerza a las ruedas y el riesgo de perder la adherencia es menor. Algunos vehículos tienen modalidades de conducción, que adaptan todas las prestaciones del vehículo a las condiciones de la carretera. Si el tuyo cuenta con modos como «Winter» o «Snow», cuando veas nieve en la vía significa que es el momento de aprovecharlos.

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En caso de que haya hielo, el riesgo es mucho mayor. Si cuentas con ellas, mantén activadas las ayudas electrónicas, aunque no te ofrezcan la misma fiabilidad que en condiciones normales. La velocidad al conducir con hielo debe ser la mínima posible y la distancia de seguridad, toda la que podamos mantener respecto al resto de vehículos.

Cadenas

Las cadenas para la nieve representan uno de los accesorios más recomendables para conducir en estas condiciones.

En la actualidad contamos con distintos modelos de cadenas para conducir sobre nieve:

  • Cadenas eslabón: Tradicionales y fabricadas con acero. Son efectivas y económicas, pero complicadas de colocar.
  • Cadenas textiles: Fáciles de poner gracias a que son en la práctica una funda de lona. No duran mucho, pero son eficientes para situaciones excepcionales.
  • Cadenas de red: Muy buena eficiencia tanto en nieve como en hielo y con una gran durabilidad. Ideales para quienes necesitan usar cadenas con frecuencia.
  • Cadenas araña: Fáciles de colocar, muy duraderas y perfectas en las condiciones de conducción más difíciles.

Neumáticos de invierno

Una alternativa a las cadenas es la que ofrecen los neumáticos de invierno. Se trata de unos neumáticos que se han diseñado para mejorar el agarre y que evacúan mejor el agua y la nieve. Por descontado, también tienen una prestaciones óptimas, incluso cuando la temperatura de la carretera está por debajo de los 7ºC.

Baterías

Las bajas temperaturas pueden afectar a las baterías, sobre todo si no son precisamente nuevas. Recuerda comprobar el estado de carga antes de comenzar a conducir sobre hielo. También puedes tener un cargador en casa por si necesitas aprovecharlo.

Freno de mano

En estas condiciones, es recomendable también cuidar del freno de mano. Si lo tensamos demasiado al dejar el coche aparcado, corremos el riesgo de que se congele como efecto de la temperatura. En lugar de confiar toda la sujeción al freno de mano, aprovecha marchas engranadas para aparcar el coche sin riesgo y evitar que el freno de mano dé problemas en el arranque.

¿Qué hacer si te has quedado atrapado en tu vehículo? 

Pese a todas las precauciones que tomemos, siempre existe la posibilidad de quedarse atrapado en el coche, sin poder conducir por las condiciones de la carretera. Dado el caso, es importante llamar al teléfono 112 para que los servicios de emergencias vengan a ayudarnos. Una vez hecha la llamada, modifica el modo de uso de tu móvil a uno de ahorro de batería, para poder usarlo en una urgencia si te es necesario.

Señala también que estás dentro del coche. Utiliza prendas o trapos de algunos colores muy llamativos y déjalos en una zona visible del coche. No salgas del vehículo. Su habitáculo es el mejor espacio para aislar la temperatura del exterior.

Lo ideal es dejar el motor en marcha y la calefacción puesta, no solo para mayor confort, sino también para evitar que el propulsor se congele. Así podrás reanudar la marcha en cuanto la carretera tenga las condiciones adecuadas.

Otros consejos en caso de quedarte atrapado dentro del coche son los siguientes:

  • Mantén el coche detenido siempre a la derecha.
  • Si estás con más gente, haced descansos por turnos y que el aire interior se renueve con frecuencia.
  • Dejad la radio encendida para informaros en todo momento de las predicciones meteorológicas.
  • Si sigue nevando, despeja el tubo de escape cuando sea necesario, para que los gases del motor en marcha no se cuelen al interior.

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