El líquido de frenos es imprescindible para la conducción óptima de un vehículo, por eso debemos tanto escoger un material de máxima calidad, como mantener una revisión continua, para saber cuándo proceder a cambiarlo.
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¿Qué es el líquido de frenos?
El líquido de frenos es un fluido que se aprovecha durante la conducción para transmitir la fuerza ejercida en el pedal de freno de un vehículo a los frenos de las ruedas. Presenta una gran efectividad a la hora de transmitir presión y fuerza, pero para aprovechar lo mejor posible sus prestaciones, tiene que ser de una marca que garantice calidad y que esté a un nivel adecuado. Esa eficacia nos permitirá contar con una frenada y una estabilidad óptimas para una conducción segura.
¿Cuánto tiempo dura el líquido de frenos?
El líquido de frenos tiene una duración limitada, por lo que es importante identificar en las revisiones periódicas del coche cuál es su estado y valorar si es necesario cambiarlo.
Mantenimiento y cambio del líquido de frenos
La mayoría de fabricantes recomiendan cambiar el líquido de frenos tras un período de 2 a 4 años tras comprar el vehículo. No obstante, también puede depender de tus hábitos como conductor. Una vez pasados los 60.000 Km puede ser interesante revisar si requiere ser cambiado.
Este mantenimiento y/o cambio del líquido de frenos se recomienda realizarlo en un taller oficial donde sabrán decirte si es el momento adecuado para este servicio y el tipo de componente que necesitan utilizar.
Por descontado, también puedes comprar y cambiar por tu cuenta el líquido de frenos. En el manual del fabricante se especifica el tipo exacto de líquido que necesitamos. Además, también se identifica en el propio tapón del depósito del líquido.
Diferencias entre el líquido de frenos DOT 3 y DOT 4
Además de las diferentes marcas de líquidos de frenos que tenemos disponibles en el mercado, también debemos diferenciar el tipo de líquido concreto que vamos a utilizar. Desde los años 70 tenemos una distinción en 3 niveles de líquidos de frenos, conocidos como DOT 3, DOT 4 y DOT 5, aunque en este último caso también tenemos una versión evolucionada llamada DOT 5.1.
El líquido de frenos DOT 3 es el más económico del mercado. Se fabrica con éteres de glicol y presenta un punto de ebullición seco de 205ºC, un punto de ebullición húmedo de 140ºC y una viscosidad de 1.500 cSt.
Esta tipología de líquido absorbe muy fácilmente el agua, lo que hace que sus propiedades se pierdan más rápido que con las otras alternativas y que se produzca más fácilmente la corrosión en el sistema de frenos.
Por lo que respecta al líquido de frenos DOT 4, aunque se basa también en éteres de glicol, añade a la mezcla borato de ésteres, para mejorar en sus prestaciones. Esto permite que tenga un punto de ebullición seco de 230ºC, un punto de ebullición húmedo de 155ºC y una viscosidad de 1.800 cSt.
En la actualidad, el líquido de frenos DOT 4 es el más utilizado comercialmente y se debe no solo a estas prestaciones, sino también a que presenta también los mayores valores de estabilidad.
En tercer lugar tenemos el líquido de frenos DOT 5, cuyo punto de ebullición es de 260ºC y su base es sintética, por tanto no es compatible ni con el líquido DOT 3 ni con el DOT 4. Tiene muy baja solubilidad del aire por sus bases, lo que hace que al pisar el pedal del freno se tenga una sensación algo esponjosa. Estas características hacen que esté pensado únicamente para los vehículos que han pasado mucho tiempo sin moverse.
La evolución de esta tipología es la llamada DOT 5.1, que en realidad es un DOT 4, pero con el punto de ebullición y la viscosidad del DOT 5. A diferencia de la anterior versión, tiene una base mineral y se puede mezclar con los líquidos DOT 4 y DOT 3. Su punto de ebullición seco es de 270ºC y su punto de ebullición húmedo es 180ºC, además presenta una viscosidad de 900 cSt.
En cuanto a características prácticas, es cierto que este tipo de líquido de frenos absorbe mejor la humedad, sin embargo su baja viscosidad aumenta el riesgo de que se produzcan fugas.