En la actualidad tenemos a nuestra disposición una amplia variedad de opciones con las que proteger y cuidar la carrocería de nuestro coche.

El tratamiento cerámico es uno de los más efectivos y, de hecho, está en pleno auge en el sector, ya que cada vez más empresas especializadas lo ofrecen, igual que más fabricantes se unen a la producción de cera para coches.

Si quieres cuidar, proteger e incluso mejorar el aspecto de tu coche, te contamos en este artículo todo lo que tienes que saber sobre el tratamiento cerámico, en qué consiste y qué beneficios puedes obtener con él.

Tratamiento cerámico o coating cerámico ¿En qué consiste?

El tratamiento cerámico para coches, también conocido bajo el término en inglés coating cerámico, consiste en la aplicación de un producto sellador que aporta una película de protección a la carrocería.

De forma más detallada, este tratamiento requiere previamente que apliquemos al coche un servicio de pulido. Luego se prepara la carrocería y es entonces cuando ponemos el producto sellador.

Este producto va a diferir en función del tipo de cera que escojamos, pero por lo general suele tener elementos como cuarzo, titanio y dióxido de sílice.

Cuando es aplicado, el tratamiento cerámico crea una delgada capa de película de gran resistencia, que rellena cada poro de la pintura y consigue, como resultado final, una capa de protección de tipo cerámico.

Tipos de cera

En un taller especializado en este tipo de servicios podrán recomendarte el mejor tipo de cera para un tratamiento cerámico en tu vehículo.

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En la actualidad, el mercado tiene una amplia variedad de opciones entre las que elegir, normalmente en base a estas tipologías:

  • Ceras para coches de determinadas marcas.
  • Ceras fabricadas para un mejor resultado en un color concreto.
  • Ceras identificadas como Premium, que se utilizan para aumentar el brillo de la carrocería, por ejemplo en coches de exhibición.
  • Ceras que tienen una composición pensada para su aplicación sobre materiales como vinilos, plásticos o las llantas, etc.
  • Ceras que tienen la capacidad de repeler el agua (son ceras hidrofóbicas).
  • Ceras que ofrecen un efecto adicional limpiador.
  • Ceras que pueden proteger distintas superficies, por ejemplo tanto la pintura como el cristal.

Beneficios para nuestro coche

Un tratamiento cerámico puede aportar muchos beneficios para nuestro coche y, lo mejor de todo, es que puede hacerlo por mucho tiempo. Dependiendo del tipo de cera que escojamos y, sobre todo, de la dureza que tenga podemos conseguir unos efectos duraderos de hasta 8 años.

Los beneficios de estos tratamientos son tanto estéticos como de mantenimiento. De esta forma, se puede recubrir toda la superficie del vehículo ya que rellena cada uno de los poros que tiene, y por eso consigue un acabado tan suave y liso.

A nivel práctico, esto permite contar con una estética atractiva por mucho tiempo, ya que también evita que el polvo y la suciedad se acumulen en esos poros.

De forma prácticamente inmediata, también podremos ver el brillo que aporta a nuestro coche, dando la sensación de que es mucho más nuevo y está bien cuidado.

Si además aprovechas ceras repelentes del agua y/o con efecto limpiador, podremos mantener esta estética todavía por más tiempo.

El tratamiento cerámico también cuida a la carrocería de elementos externos. Una de las mayores ventajas es que protege de la exposición directa de los rayos UV, recomendable no solo en verano, sino también si normalmente dejamos el coche a la intemperie.

Si escogemos ceras para coche de primera calidad, podremos contar con estos beneficios por muchos años y obviamente siempre podemos volver a aplicar un tratamiento cerámico, para tener nuestro coche tan limpio, suave y brillante como el primer día.

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